Me irritan los gritos
esos que me das cuando no sabes que hacer,
esos que nos alejan cada día más
a pesar de vivir, sobrevivir, juntos,
a pesar del dolor y la pena que cargamos,
esos que son gritos de socorro de ambos.
Me irrita que siempre estés de mal humor
y que lo pagues conmigo, sin una pizca de cariño,
que me trates como a una mierda
porque no estoy de acuerdo contigo,
que pagues conmigo cada frustración,
cada revés, cada negativa,
que me desautorices y me ningunees.
Odio profundamente que no entiendas
las explicaciones que te quiero dar
para que puedas entender lo que nos esta pasando,
y más que no entiendas es que no las quieras asumir,
que no asumas que la gente es mala,
que no te puedes fiar de nadie,
que los que siempre roban van a robarte a ti también.
La convivencia se ha vuelto imposible entre nosotros,
no nos soportamos mutuamente, no nos podemos ver,
cada palabra de nuestra boca es un grito desesperado,
un grito de ayuda que no oímos del otro, y que nos aleja,
y te quiero, pero no podemos seguir así, padre, no podemos,
porque tú no te bajaras de la burra
y yo no dejaré de corregirte tus errores
y quitarte la razón porque no eres tonto,
te quiero, pero hay días que te odio.
miércoles, 30 de julio de 2014
lunes, 28 de julio de 2014
Tiempo de irrealidad
Pasan por mi mente imágenes de estos días,
imágenes irreales, difuminadas, difusas,
entremezcladas en gran parte contigo, sin ti,
sacadas de contextos profundos del alma.
El tiempo ya no es tiempo en mi cabeza,
no sé ya dónde puse los pies o las manos,
dónde empieza una caricia y acaba un beso,
allá donde nuestra piel se fundió en una.
Es tan irreal hoy lo que mi mente alberga
que creo que sólo busca desconectarte un tiempo,
porque sigo albergándote ahí, refugiada,
desahuciada del tiempo y mi realidad.
No voy a necesitar más este lugar para decirte,
para lanzarte una directa indirecta,
el tiempo nos pondrá en nuestro sitio
si nos amamos, o si sólo fue un espejismo.
Marcharé a escribir a otro lugar,
un lugar secreto, tan oculto que no lo encuentres,
tan mio que ni yo mismo lo sepa buscar,
tan visceral, tan irreal, tan sin tiempo...
Los sentimiento siguen ahí, y seguirán,
no los voy a desgarrar del pecho,
como digo, el tiempo nos dirá si nos merecemos,
el tiempo dirá si somos realidad o sólo fuimos sueño.
Sacare de la ecuación a terceros,
vaciaré el tarro de recuerdos para generar nuevos,
el primero fue el de ayer, las palabras,
los silencios, las miradas, las conclusiones.
No nos acerquemos salvo que sea nuestro deseo,
no nos huyamos más veces al silencio,
no nos abracemos o besemos si no lo pide el cuerpo,
dejemos atrás los miedos, y vivamos algo nuestro.
Sólo una pincelada a tiempo,
esta irrealidad sólo es nuestra,
de nadie más, sin nadie dentro,
sólo estar a gusto hasta en silencio.
imágenes irreales, difuminadas, difusas,
entremezcladas en gran parte contigo, sin ti,
sacadas de contextos profundos del alma.
El tiempo ya no es tiempo en mi cabeza,
no sé ya dónde puse los pies o las manos,
dónde empieza una caricia y acaba un beso,
allá donde nuestra piel se fundió en una.
Es tan irreal hoy lo que mi mente alberga
que creo que sólo busca desconectarte un tiempo,
porque sigo albergándote ahí, refugiada,
desahuciada del tiempo y mi realidad.
No voy a necesitar más este lugar para decirte,
para lanzarte una directa indirecta,
el tiempo nos pondrá en nuestro sitio
si nos amamos, o si sólo fue un espejismo.
Marcharé a escribir a otro lugar,
un lugar secreto, tan oculto que no lo encuentres,
tan mio que ni yo mismo lo sepa buscar,
tan visceral, tan irreal, tan sin tiempo...
Los sentimiento siguen ahí, y seguirán,
no los voy a desgarrar del pecho,
como digo, el tiempo nos dirá si nos merecemos,
el tiempo dirá si somos realidad o sólo fuimos sueño.
Sacare de la ecuación a terceros,
vaciaré el tarro de recuerdos para generar nuevos,
el primero fue el de ayer, las palabras,
los silencios, las miradas, las conclusiones.
No nos acerquemos salvo que sea nuestro deseo,
no nos huyamos más veces al silencio,
no nos abracemos o besemos si no lo pide el cuerpo,
dejemos atrás los miedos, y vivamos algo nuestro.
Sólo una pincelada a tiempo,
esta irrealidad sólo es nuestra,
de nadie más, sin nadie dentro,
sólo estar a gusto hasta en silencio.
viernes, 25 de julio de 2014
A mi pecho
A mi pecho vuelves a llegar,
madre, doliéndome de nuevo,
desatando mis lagrimas, como torrente,
desahogando lo que guardo,
para ser fuerte ante todos,
aunque no lo sea cuando te pienso.
En casa se desatan huracanes,
parece que la mala suerte
ha anidado en el hogar que tanto mimaste,
y nos duele tanto, te necesitamos tanto,
que hay días que no puedo,
que se agarra la tristeza a mi pecho.
A mi pecho, se agarra y me desato,
abandono las ideas negativas,
porque sólo quiero pensarte en positivo,
porque tu mereces que sea fuerte
por papá, por mi hermano, por ti,
alguien ha de traer la alegría.
Pero hay cosas que se clavan,
que se arraigan a mi pecho,
y no puedo quitármelas del pensamiento,
salvo a golpe de lágrima,
salvo a golpe de risas y besos,
salvo a abrazos sinceros.
Y sé que tu estarías contenta,
si la conocieras y me vieras como estoy,
como soy ahora y mi sonrisa,
sé que sonreirías y me animarías,
pero ya no puedo contarte mis cosas,
ya no tengo tu abrazo y tu aliento,
sólo unas lineas, unos versos.
A mi pecho llegas, estás,
ahí te tengo guardada con cada risa,
con cada mirada y gesto,
guardada en mi recuerdo,
sabiendo que me acompañas
en cada paseo, en cada risa,
en cada lágrima, en cada baile.
Y ahora, después de las lágrimas,
vuelve a salir una sonrisa de recuerdo,
de cuando fuimos al río de Gredos,
de cuando paseábamos por Altea,
de cuando disfrutamos del Corpus,
de cuando me licencié aquel invierno,
de cuando los médicos te dijeron,
que todo había salido bien.
Y a modo de oración, miña nai,
quiero pedirte que estés con nosotros,
que necesitamos tu fuerza para seguir,
que esta casa esta muy vacía sin ti,
que a veces nos derrumbamos,
discutimos, nos decimos cosas que no sentimos,
que quien más nos unía ya no está,
que quien nos mantenía se ha ido,
aunque permanezcas en mi pecho;
a mi pecho yo recurro,
cuando todo se ha oscurecido
y no encuentro consuelo,
a mi madre, a mi pecho.
madre, doliéndome de nuevo,
desatando mis lagrimas, como torrente,
desahogando lo que guardo,
para ser fuerte ante todos,
aunque no lo sea cuando te pienso.
En casa se desatan huracanes,
parece que la mala suerte
ha anidado en el hogar que tanto mimaste,
y nos duele tanto, te necesitamos tanto,
que hay días que no puedo,
que se agarra la tristeza a mi pecho.
A mi pecho, se agarra y me desato,
abandono las ideas negativas,
porque sólo quiero pensarte en positivo,
porque tu mereces que sea fuerte
por papá, por mi hermano, por ti,
alguien ha de traer la alegría.
Pero hay cosas que se clavan,
que se arraigan a mi pecho,
y no puedo quitármelas del pensamiento,
salvo a golpe de lágrima,
salvo a golpe de risas y besos,
salvo a abrazos sinceros.
Y sé que tu estarías contenta,
si la conocieras y me vieras como estoy,
como soy ahora y mi sonrisa,
sé que sonreirías y me animarías,
pero ya no puedo contarte mis cosas,
ya no tengo tu abrazo y tu aliento,
sólo unas lineas, unos versos.
A mi pecho llegas, estás,
ahí te tengo guardada con cada risa,
con cada mirada y gesto,
guardada en mi recuerdo,
sabiendo que me acompañas
en cada paseo, en cada risa,
en cada lágrima, en cada baile.
Y ahora, después de las lágrimas,
vuelve a salir una sonrisa de recuerdo,
de cuando fuimos al río de Gredos,
de cuando paseábamos por Altea,
de cuando disfrutamos del Corpus,
de cuando me licencié aquel invierno,
de cuando los médicos te dijeron,
que todo había salido bien.
Y a modo de oración, miña nai,
quiero pedirte que estés con nosotros,
que necesitamos tu fuerza para seguir,
que esta casa esta muy vacía sin ti,
que a veces nos derrumbamos,
discutimos, nos decimos cosas que no sentimos,
que quien más nos unía ya no está,
que quien nos mantenía se ha ido,
aunque permanezcas en mi pecho;
a mi pecho yo recurro,
cuando todo se ha oscurecido
y no encuentro consuelo,
a mi madre, a mi pecho.
jueves, 24 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XXII
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Ramas |
sólo observar el cielo, ver moverse las hojas, las nubes, el tiempo, ver oscurecer,
como pasa el cielo del azul al naranja y al negro, donde se dibuja el tapiz de estrellas,
sólo estar así, sin nada, sin pensamientos, relajado, contigo al lado, queriendo en silencio".
"A veces mi vida es como mirar a través de los visillos,
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Visillo |
muchas cosas me parecen irreales, difuminadas,
otras las veo mas claras, trasparentes, lógicas.
Lo bueno es que a mi solo me intuyen y no me ven".
"Leerte y escucharte, cada día, saber de ti aunque sea a indirectas directas
![]() |
Libro y auriculares |
"Leerte y escucharte, cada día, saber de ti aunque sea a indirectas directas
pensarte en la distancia, sentirse querido aunque sea con un suspiro escrito,
un buenos días, cariño, un buenas noches, cielo mio, un te quiero furtivo,
un beso dibujado, un -te extraño- tan extenso como el amor que sé que sentimos".
miércoles, 23 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XXI
![]() |
Fragmento de libro |
"Algunas veces, cuando leo, aparecen las cuatro letras de tu nombre,
Lo más inesperado me pasa, como alguien queriéndome decir algo,
Botellas al mar que voy recogiendo pasito a paso y que me llevan a ti,
Al lado de tus ojos, de tu boca, de tu pelo, de tu abrazo, de tus besos".
" Así va mi vida, a pinceladas cortas, a golpes de muñeca
![]() |
Pinceladas de oleo |
" Así va mi vida, a pinceladas cortas, a golpes de muñeca
que poco a poco van conformando una imagen, al principio, irreal,
después tomando forma, rostro, color y vida en el lienzo,
así es mi vida, yo dejándome a veces pintar,
nunca máis vou deixar ti só, a pesar de eu manterme lonxe,
eu non quero nunca máis ser esparado os teus ollos, teus beizos,
Nunca mais, miña nena, meu churriña, meu sol e as miñas estrelas".
domingo, 20 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XX
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Conchas |
sueño con el atardecer, el sonido de las olas rompiendo en la orilla,
sueño con un abrazo eterno, junto al mar, sin tiempo, sin nada más que nosotros,
pero he de tener paciencia, lo estoy rozando con los dedos y no quiero que escape".
"Es tu color, el de la alegría, el de las rosas, el color con el que sueño,
![]() |
Gama Rosas |
el que cada noche es el color de los besos que te doy, y el de los abrazos,
el color que invade mi mente cada segundo del día 25 horas,
el color con el que sueño poder envolverme todos los días".
el del mar donde quiero besarte,
el de los sueños que quiero ofrecerte,
el del futuro que mas me gusta".
viernes, 18 de julio de 2014
Bombardeo
Eres mi bombardeo emocional de cada noche,
¿cómo voy a olvidarme de ti y que pase el tiempo,
si es cerrar los ojos y tengo tu sonrisa y tus ojos,
y tus labios en frente de mi, encima de mi?
¿Cómo dejar la toalla en la lona si te has convertido
en lo más importante que hay en mi vida?
Y te sigo pensando y no puede ser eso, no debo,
por mucho que haya enterrado el libro, recuerdo lo leído.
Y cada día un poco más te quiero, aunque no deba,
rozando ya otros sentimientos me tienes, bombardeado
por mi mismo en un auto sabotaje salvaje e inhumano,
boicoteando mis propias decisiones tan meditadas.
Y te tengo que apartar de mi vida YA!!! no es el momento,
no es la situación, ni el lugar, ni la hora, ni el minuto,
no puedo volver a mirarte a la cara y sonreírte, ya no,
no puedo volver a tenerte entre mi labios y mis brazos.
Quédese la toalla ahí donde la dejamos, ya se recogerá,
si se ha de recoger, y la lavaremos, dejemos ahí el libro,
ya se desempolvara y leerá, si hay que leerlo, juntos,
dejemos en nuestras cabezas los recuerdos, y en los versos.
Porque me cansa tanto vaivén, tanto silencio que roza el desprecio,
tanto perro del hortelano, tanto ni contigo ni sin ti, miedos, celos,
a pesar de mi confianza ciega, de querer creer que sabes lo que haces,
aunque creo que ni tu misma sabes lo que haces y quieres.
Y es por eso que me he de alejar, porque no lo sabes,
y yo no puedo aclarártelo, no puedo ser una presencia,
alguien que te recuerde permanente que te estoy esperando,
no puedo hacerte eso, hacerte daño cuando me recuerdas.
Y te quiero mas cada día, tus ojos, tus labios, ¡oh dios!
como te deseo, no sabes cuanto, porque no puedes,
es imposible para mi querer a nadie mas que no seas tú,
pero debo apartarte o al final te perderé para siempre.
Tus ojos, tu mirada mi debilidad, la que me bombardea ahora,
sin los que no me veo capaz de soñar y dormir, soñarte,
esos que me han sido tan sinceros, esos que se ríen,
esos que llorar sin motivo y ríen a la vez, y sueñan,
los que me han dado la vida, junto a tu voz, junto a tus labios,
junto a tus caderas y a tus risas y a tu pelo y a tu piel,
los que leen palabras que a otros les pasarían por alto,
y me recuerdan por ellas, y me lo haces saber, ¡que gesto!
y no me siento capaz de seguir con esto cuando me miras,
porque me enterneces, me desmontas, me desarmas,
y no puedo entonces seguir ignorándote como hasta ahora
con seguir ignorándote como si no existieras, nunca mais.
Es difícil tomar estas decisiones para mi, porque te quiero,
pero necesitas alejarme de ti lo más posible o te haré daño,
estamos luchando ahora mismo inútilmente ambos,
hasta que no solucionemos nuestras respectivas madejas,
nos estamos bombardeando mutuamente a indirectas,
a veces cariñosas, a veces llenas de rabia y celos,
a veces simplemente buscando un hola o un te quiero.
Pero sigo queriendo que me quieras y quererte,
sigo creyendo en que somos perfectos el uno para el otro,
y que lo nuestro va a funcionar algún día, no sé cuando,
lo demostramos cada vez que estamos juntos, y hablamos,
de eso no cabe duda, y es tan difícil no pensarnos.
Así que démonos una tregua a este bombardeo emocional,
dejemos de decirnos directas e indirectas por aquí,
en verso, prosa o ciento cuarenta caracteres, luces en la niebla,
o mensajes crípticos donde todos pueden leerlos,
hagamos de verdad un pacto de silencio, solo roto en la pista,
dejemos las palabras para el cara a cara, para lo privado,
hagamos un oasis muy de cuando en cuando para besarnos,
tomémonos una cerveza, bailemos, riamos, lloremos,
es lo que necesitamos ambos para desentrañar las madejas,
porque hasta que no desaparezcan, la tuya y la mía,
no podremos en los caminos de la vida encontrarnos.
jueves, 17 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XIX
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Verduras |
"Mi padre es un amante de las verduras, pero solamente de hacerlas crecer,
por desgracia es lo único que le queda en la vida salvo nosotros,
y cada vez que lo pienso siento pena, pena porque un día no muy lejano
nosotros nos marcharemos y el quedara solo con sus verduras y su huerto".
"Todo me recuerda a ti, lo que como, lo que bebo, no se va tu sabor de mi boca,
![]() |
Desayuno |
"Todo me recuerda a ti, lo que como, lo que bebo, no se va tu sabor de mi boca,
no consigo alejarte porque leo tu nombre cada vez que junto cuatro letras,
me importas demasiado para olvidarte a la fuerza como quiero hacer, te tengo,
te me has clavado tan hondo en tan poco, y aunque no te vea luchar, sé que luchamos".
"Los cristales son deformadores de la realidad en que vivimos,
![]() |
Velas en cristal |
"Los cristales son deformadores de la realidad en que vivimos,
pocos son los que dejan ver a través de ellos tal cual son las cosas,
pocos...dejemos atrás los cristales, mirémonos frente a frente,
sin filtros, sin intermediarios, tu y yo bajo una lluvia de besos inesperados".
miércoles, 16 de julio de 2014
Resistencia
Te quiero como nunca quise antes,
pero quisiera odiarte,
quisiera que te fueras de mi cabeza,
por ti, por que de ese modo estarás bien.
Y me resisto a seguir pensándote,
a seguir teniéndote ahí clavada,
con esa bendita luz de tu sonrisa,
con esos ojos que no puedo evitar.
Y te beso a risas y me ríes a besos,
y no quiero seguir así,
no me merezco este silencio,
sabiendo lo bien que estamos
cuando hablamos sin tiempo.
No merezco estar sin ti con lo que te siento,
no merezco esto aunque sea necesario,
me siento el ultimo mono de una relación
el que menos cuenta en todo esto.
Y tu intentas protegerme de ti,
y yo intento protegerte de mi,
por eso me callo, por eso me fuerzo,
por eso me resisto a hablarte,
por eso mande el libro al fondo,
de estar estantería, por no leerte.
Por eso mismo quiero odiarte aunque sea un poco,
hasta que llegue nuestro momento, que llegará,
hasta que las nubes se disipen de una vez
y el sol vuelva a calentarnos en invierno.
Y me dijiste: "te quiero,
más de lo que te gustaría",
si es lo que yo pienso,
esto es una locura maravillosa,
porque el sentimiento es mutuo,
aunque no usemos nunca esa palabra,
y a la vez es incomprensible
como no podemos disfrutarnos
y debemos alejarnos de palabra
para seguir estando unidos,
es por eso que necesito odiarte un poco,
al menos el tiempo preciso para desenredar
esta madeja rosa que tiene presas las mariposas.
Y para ello mis pensamientos y palabras
están volando a otra persona, una que me mintió,
que me deja una madeja en la boca de estomago,
y que se esta esforzando de más para tenerme.
Es agarrarme a un clavo ardiendo, muy peligroso,
muy doloroso, poco recomendable, tóxico,
porque me empujas a estar con ella,
cuando lo que queremos es estar juntos.
Pero acato, resisto mis impulsos, me fío de ti,
dejaré que pase el tiempo y disfrutaré de lo que venga,
pero quiero que sepas, que después del tiempo,
a lo lejos en el camino te espero, para un oasis,
hasta tenerte en mis brazos una vida entera.
Pensando
Al final, después de darle toda la tarde vueltas de si ponerlo o no, pues al final he decidido ponerlo, ¿porqué no? de perdidos al río, pero necesito decirlo o reviento, todo sea por no mandarle un "Hola, amor"
Lo he pensado,
sólo un momento,
cómo sería estar
tú y yo sin tiempo
en el agua abrazados,
flotándonos a besos,
indagándonos bajo el agua,
ahogándonos de caricias,
bebiéndonos a risas,
dejándonos llevar por el vaivén
olvidando las distancias
que nos hemos impuesto.
Lo he pensado,
perdóname, fue sólo un momento
de invasión de ternura,
de locura de sentimientos.
Lo he pensado,
sólo un momento,
cómo sería estar
tú y yo sin tiempo
en el agua abrazados,
flotándonos a besos,
indagándonos bajo el agua,
ahogándonos de caricias,
bebiéndonos a risas,
dejándonos llevar por el vaivén
olvidando las distancias
que nos hemos impuesto.
Lo he pensado,
perdóname, fue sólo un momento
de invasión de ternura,
de locura de sentimientos.
Micro-poemas de lo cotidiano XVIII
![]() |
Cigarro (último) |
"Por fin rompí contigo, maldito, después de tantos años enganchado a ti,
después de odiarte y nunca poder dejar de tenerte en mi boca, rompí,
te he odiado, pero ahora me siento liberado de ti, de tu aroma, de tu cáncer,
por fin, me desenganché del vicio toxico de quererte y desearte".
"Dulces como tus labios, de mil sabores al unisono, como tus besos,
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Golosinas |
que deseas tenerlos en tu boca al verlos, los miras, te llaman, los besas,
y no puedes parar, te enganchan por días enteros, aunque no los tengas,
pero los deseas, los anhelas, los tendrías en tu boca a todas horas".
"Volvamos a empezar...a comernos a besos por las esquinas de tu casa,
![]() |
Placa de calle |
"Volvamos a empezar...a comernos a besos por las esquinas de tu casa,
volvamos a empezar...a bailarnos las caderas como las olas del mar,
volvamos a empezar...a acariciarnos, susurrarnos, hablarnos, reírnos,
volvamos a empezar...para ver si esta ver nos dejan avanzar".
martes, 15 de julio de 2014
El rumor de las olas
Es otra vez el rumor de las olas,
Bramantes espumas blancas
que rompen contra mis rocas.
Son otra vez los recuerdos
Que me aprietan en los huecos
Entre mi carne y mi alma.
Eres tú otra vez, inerte,
Pálida, blanca, lechosa
Quien arremetes contra mi.
Vuelves tras tantos meses
En tu cortina de humo gris
Intentando remover el corazón.
Taladras mi pared con tu madeja
Para volver a colgar tus cuadros
En ella, como antaño hiciste.
Que rara es la vida y el destino
Que vuelves a aparecer desde el pasado,
Que vuelves queriendo envolverme.
Tus perfumes, tu recuerdo,
Tú piel de nuevo queriendo estar
Entre mis manos y mis dedos.
Tus gemidos, mis recuerdos,
Tus suspiros en la playa,
Tus ojos vidriosos junto al mar.
Ese atlántico que tanto amo,
Ese océano sensorial y emocional,
Esas ecuaciones de destino líquido.
Pero volviste tarde, con tanta mentira,
Llegaste a destiempo, mi corazón voló,
Y ni los recuerdos lo traerán de vuelta.
Pensarte de nuevo es imposible
Desde mi libre esclavitud,
Y siento que me desencadenas,
Pero sólo es el instante que hablo contigo.
Bramantes espumas blancas
que rompen contra mis rocas.
Son otra vez los recuerdos
Que me aprietan en los huecos
Entre mi carne y mi alma.
Eres tú otra vez, inerte,
Pálida, blanca, lechosa
Quien arremetes contra mi.
Vuelves tras tantos meses
En tu cortina de humo gris
Intentando remover el corazón.
Taladras mi pared con tu madeja
Para volver a colgar tus cuadros
En ella, como antaño hiciste.
Que rara es la vida y el destino
Que vuelves a aparecer desde el pasado,
Que vuelves queriendo envolverme.
Tus perfumes, tu recuerdo,
Tú piel de nuevo queriendo estar
Entre mis manos y mis dedos.
Tus gemidos, mis recuerdos,
Tus suspiros en la playa,
Tus ojos vidriosos junto al mar.
Ese atlántico que tanto amo,
Ese océano sensorial y emocional,
Esas ecuaciones de destino líquido.
Pero volviste tarde, con tanta mentira,
Llegaste a destiempo, mi corazón voló,
Y ni los recuerdos lo traerán de vuelta.
Pensarte de nuevo es imposible
Desde mi libre esclavitud,
Y siento que me desencadenas,
Pero sólo es el instante que hablo contigo.
Cuentos para entenderte: La vieja librería
Existía una pequeña librería en el centro de la ciudad, una donde se guardaban miles de libros esperando a ser vendidos, releídos o simplemente almacenados. En esta librería el librero contaba constantemente historias a los niños del barrio, y se hizo muy famoso por ellas hasta tal punto que incluso los adultos le pedían que le contaran sus historias.
Una tarde de invierno pasó por la tienda un joven, buscaba un viejo libro que dejó hacia un tiempo en una de las estanterías de la vieja librería. Desvencijado como un mueble, un tanto taciturno a veces, pero con una sonrisa enigmática, vivos ojos marrones, y algunas canas que le asomaban por la patilla de las gafas. Preguntó al librero por el libro, pero no le supo responder, pero sí le contó una historia sobre cómo los libros se parecían mucho a las historias de amor, y así comenzó su relato:
"Los libros son como las historias de amor, querido amigo. Algunos apenas ocupan un capitulo, son monografías que leemos de una vez, rápidamente y lo desechamos.
Otros libros cuentan con varios capítulos, pero igualmente los leemos ávidamente sin pensarlos demasiado y los acabamos temprano, apenas un par de separaciones, como los cuentos.
Otros libros están llenos de capítulos, unos mas largos, otros mas cortos, pero que podemos leer sin mayor dificultad.
El último tipo de libros son los que tienen muchos capítulos, densos muchos, esos libros que pensamos y nos llenan tanto que a veces hay que marcar las paginas y cerrarlos, y dejarlos en el fondo de una estantería hasta que vuelven a aparecer en nuestras vidas, dejarlos reposar hasta que volvemos a estar preparados para leerlos de nuevo. A veces lo cogemos a menudo, otras los olvidamos largo tiempo o quizás ya nunca los retomamos. A veces hojeamos lo ya leído y releemos, y lo volvemos a dejar, otras iniciamos un nuevo capitulo y ya no paramos de leer, otras comenzamos de nuevo desde el principio para recordar lo anterior. Estos son los buenos libros.
Y de todas estas clases de libros te puedes encontrar el que nunca acaba, ya sea de un solo epígrafe o de miles de ellos, los que no acaban son los mejores".
Así que dime, amigo, ¿de qué tipo es el libro que dejaste olvidado?
-Del último tipo de libros.
-¿Y por qué lo quieres ahora?
- Por que ahora si es el momento de leerlo.
Así que el librero encendió las luces del almacén mas lejano, y se encamino con el joven por los pasillos, el frío helaba los huesos y las yemas de los dedos. Allá, en el fondo, había una estantería de roble, ricamente adornada, en ella había pocos libros, ajados algunos, otros parecían no haber sido tocados, todos ellos llenos de polvo que fue dejando el tiempo sobre ellos.
En el fondo había un libro, ricamente encuadernado con una cubierta de piel y grabado el titulo en el lomo con letras doradas: "Suspiros al Alba", apenas había sido leído, un par de capítulos quizás, pero aun quedaba mucho libro, estaba marcado al inicio del tercero.
- Este es el libro-dijo el joven.
- ¿Hace cuánto lo dejaste?
- No lo recuerdo, no sé si semanas, meses o años, pero lo he vuelto a encontrar.
Y con renovadas alegrías, y sin parar de leer, volvió hacia la puerta de salida de la librería, con una sonrisa en su boca, un calor de verano dentro de su invierno, y los ojos de los niños, esos que iban allí a escuchar las historias del viejo librero. Esperando estaba una joven, sonriéndole, con su propia copia del libro en las manos.
"Dejemos nuestro libro en la estantería
oculto en el fondo, olvidado un tiempo,
dejemos que el polvo y los días se acumulen,
dejemos que el tiempo lo ponga en su sitio.
Porque yo confío en ti, en que me podremos leerlo,
en que me da igual el tiempo que pase,
me entretendré con otros libros mientras tanto,
pero ninguno es este, el nuestro, el libro mágico,
que ya tiré la toalla con él hasta estar preparados.
Me gustan los libros que puedo leer poco a poco,
releer y saborear de ellos cada párrafo, abandonarlos,
recogerlos, limpiarlos, arreglarlos y volverlos a leer,
me gustan los libros que hacen con sus letras amores eternos,
los que dan la razón al tiempo y al que sabe leerlos".
Aquí termina mi día de libre palabra y libre pensamiento, aquí acaba el pequeño oasis que espero se repita algún día, aquí vuelvo a guardar el libro al fondo solitario de la estantería, aquí vuelvo a tirar la toalla de nuevo, y a pensar (que no sentir) que no me merezco las migajas que me das siendo tú todo un festín, a pensar (que no sentir) que sólo soy un destino turístico para ti, a pensar (que no sentir) que me merezco más de lo que me das.
Una tarde de invierno pasó por la tienda un joven, buscaba un viejo libro que dejó hacia un tiempo en una de las estanterías de la vieja librería. Desvencijado como un mueble, un tanto taciturno a veces, pero con una sonrisa enigmática, vivos ojos marrones, y algunas canas que le asomaban por la patilla de las gafas. Preguntó al librero por el libro, pero no le supo responder, pero sí le contó una historia sobre cómo los libros se parecían mucho a las historias de amor, y así comenzó su relato:
"Los libros son como las historias de amor, querido amigo. Algunos apenas ocupan un capitulo, son monografías que leemos de una vez, rápidamente y lo desechamos.
Otros libros cuentan con varios capítulos, pero igualmente los leemos ávidamente sin pensarlos demasiado y los acabamos temprano, apenas un par de separaciones, como los cuentos.
Otros libros están llenos de capítulos, unos mas largos, otros mas cortos, pero que podemos leer sin mayor dificultad.
El último tipo de libros son los que tienen muchos capítulos, densos muchos, esos libros que pensamos y nos llenan tanto que a veces hay que marcar las paginas y cerrarlos, y dejarlos en el fondo de una estantería hasta que vuelven a aparecer en nuestras vidas, dejarlos reposar hasta que volvemos a estar preparados para leerlos de nuevo. A veces lo cogemos a menudo, otras los olvidamos largo tiempo o quizás ya nunca los retomamos. A veces hojeamos lo ya leído y releemos, y lo volvemos a dejar, otras iniciamos un nuevo capitulo y ya no paramos de leer, otras comenzamos de nuevo desde el principio para recordar lo anterior. Estos son los buenos libros.
Y de todas estas clases de libros te puedes encontrar el que nunca acaba, ya sea de un solo epígrafe o de miles de ellos, los que no acaban son los mejores".
Así que dime, amigo, ¿de qué tipo es el libro que dejaste olvidado?
-Del último tipo de libros.
-¿Y por qué lo quieres ahora?
- Por que ahora si es el momento de leerlo.
Así que el librero encendió las luces del almacén mas lejano, y se encamino con el joven por los pasillos, el frío helaba los huesos y las yemas de los dedos. Allá, en el fondo, había una estantería de roble, ricamente adornada, en ella había pocos libros, ajados algunos, otros parecían no haber sido tocados, todos ellos llenos de polvo que fue dejando el tiempo sobre ellos.
En el fondo había un libro, ricamente encuadernado con una cubierta de piel y grabado el titulo en el lomo con letras doradas: "Suspiros al Alba", apenas había sido leído, un par de capítulos quizás, pero aun quedaba mucho libro, estaba marcado al inicio del tercero.
- Este es el libro-dijo el joven.
- ¿Hace cuánto lo dejaste?
- No lo recuerdo, no sé si semanas, meses o años, pero lo he vuelto a encontrar.
Y con renovadas alegrías, y sin parar de leer, volvió hacia la puerta de salida de la librería, con una sonrisa en su boca, un calor de verano dentro de su invierno, y los ojos de los niños, esos que iban allí a escuchar las historias del viejo librero. Esperando estaba una joven, sonriéndole, con su propia copia del libro en las manos.
"Dejemos nuestro libro en la estantería
oculto en el fondo, olvidado un tiempo,
dejemos que el polvo y los días se acumulen,
dejemos que el tiempo lo ponga en su sitio.
Porque yo confío en ti, en que me podremos leerlo,
en que me da igual el tiempo que pase,
me entretendré con otros libros mientras tanto,
pero ninguno es este, el nuestro, el libro mágico,
que ya tiré la toalla con él hasta estar preparados.
Me gustan los libros que puedo leer poco a poco,
releer y saborear de ellos cada párrafo, abandonarlos,
recogerlos, limpiarlos, arreglarlos y volverlos a leer,
me gustan los libros que hacen con sus letras amores eternos,
los que dan la razón al tiempo y al que sabe leerlos".
Aquí termina mi día de libre palabra y libre pensamiento, aquí acaba el pequeño oasis que espero se repita algún día, aquí vuelvo a guardar el libro al fondo solitario de la estantería, aquí vuelvo a tirar la toalla de nuevo, y a pensar (que no sentir) que no me merezco las migajas que me das siendo tú todo un festín, a pensar (que no sentir) que sólo soy un destino turístico para ti, a pensar (que no sentir) que me merezco más de lo que me das.
Conceptos
El quererte hoy no es opcional,
no puedo dominar a mi pecho,
se siente tan a gusto a tu lado,
tan bien cuando nos hablas.
Sigo mirándote por fuera y por dentro,
y a pesar de todo lo pasado
y de todo lo que ha de venir
no puedo dejar de sentir, sí de pensar.
Y quiero parar el tiempo una vez por semana,
aunque desearía que fuera para siempre,
y usarlo para ti y para mi, para querernos,
para, en ese tiempo, explotar lo que no nos dejan,
disfrutar de nuestra mutua compañía,
poder beberte a sorbos pequeños,
alimentarme de tus palabras y guiños,
saciarme de tus sonrisas,
perderme en el mar de tus miradas,
dejarnos llevar allá donde queramos ir
sin tapujos ni miedos, desconectados,
en un espacio en el que hemos parado
el tiempo, lo hemos congelado
para poder nosotros quemarnos.
Y seria tan hermoso contar con ese espacio
y contar con ese tiempo sólo nuestro,
sería realmente mágico poder detener
el inexorable trascurso de los segundos,
esos que pasan quitándonos tiempo de besos,
de caricias, de mimos, de ternura, de miradas
porque no estamos juntos, no nos dejan,
porque hemos decidido apartar la historia al fondo,
y esperar a ver que decide el tiempo, ese que queremos.
Pero aunque quede al fondo la historia,
hasta que el tiempo decida, o tú,
yo confío en ambos, en ti y en el tiempo,
quiero que sigas contando conmigo,
quiero seguir hablándote, viéndote,
mirándote, bailándote,...besándote,
quiero seguir bebiéndote, sonriéndote,
mimándote, calentándote, sintiéndote,
comiéndome cada palabra que salga de tu boca.
Porque es increíble que me haya pasado a mi
el haberte conocido, yo nunca me lo esperé,
el que tus ojos me llenaran tanto,
el hecho de provocar tal felicidad en alguien,
en la amplitud de tu sonrisa cuando me ves,
en la calidez de tus manos al abrazarme,
en como me clavas los dedos cuando te estremeces,
nunca se me pasó por la cabeza la noche que te conocí.
Y ahora, ya acabando el día,
y cerrando el libro hasta el nuevo oasis,
quiero decirte para que no lo olvides,
que no te espero pero que te quiero.
no puedo dominar a mi pecho,
se siente tan a gusto a tu lado,
tan bien cuando nos hablas.
Sigo mirándote por fuera y por dentro,
y a pesar de todo lo pasado
y de todo lo que ha de venir
no puedo dejar de sentir, sí de pensar.
Y quiero parar el tiempo una vez por semana,
aunque desearía que fuera para siempre,
y usarlo para ti y para mi, para querernos,
para, en ese tiempo, explotar lo que no nos dejan,
disfrutar de nuestra mutua compañía,
poder beberte a sorbos pequeños,
alimentarme de tus palabras y guiños,
saciarme de tus sonrisas,
perderme en el mar de tus miradas,
dejarnos llevar allá donde queramos ir
sin tapujos ni miedos, desconectados,
en un espacio en el que hemos parado
el tiempo, lo hemos congelado
para poder nosotros quemarnos.
Y seria tan hermoso contar con ese espacio
y contar con ese tiempo sólo nuestro,
sería realmente mágico poder detener
el inexorable trascurso de los segundos,
esos que pasan quitándonos tiempo de besos,
de caricias, de mimos, de ternura, de miradas
porque no estamos juntos, no nos dejan,
porque hemos decidido apartar la historia al fondo,
y esperar a ver que decide el tiempo, ese que queremos.
Pero aunque quede al fondo la historia,
hasta que el tiempo decida, o tú,
yo confío en ambos, en ti y en el tiempo,
quiero que sigas contando conmigo,
quiero seguir hablándote, viéndote,
mirándote, bailándote,...besándote,
quiero seguir bebiéndote, sonriéndote,
mimándote, calentándote, sintiéndote,
comiéndome cada palabra que salga de tu boca.
Porque es increíble que me haya pasado a mi
el haberte conocido, yo nunca me lo esperé,
el que tus ojos me llenaran tanto,
el hecho de provocar tal felicidad en alguien,
en la amplitud de tu sonrisa cuando me ves,
en la calidez de tus manos al abrazarme,
en como me clavas los dedos cuando te estremeces,
nunca se me pasó por la cabeza la noche que te conocí.
Y ahora, ya acabando el día,
y cerrando el libro hasta el nuevo oasis,
quiero decirte para que no lo olvides,
que no te espero pero que te quiero.
lunes, 14 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XVII
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Rama de olivo |
uno que dure toda la vida, paremos un día a la semana para nosotros solos,
para besarnos, para querernos, para ser felices el uno con el otro,
para ser tan felices como hemos soñado hoy, como nos merecemos".
"Un descanso necesito, un tiempo para tumbarme a tu abrigo,
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Cojines |
"Un descanso necesito, un tiempo para tumbarme a tu abrigo,
unas vacaciones de un día en tu cama o en mi sofá, o dos,
un tiempo sin conexión, entre cojines de algodón que son tus brazos,
aprovechar el tiempo que nos han dejado estos días para querernos".
"Sin fondo, así definiría mi corazón y lo que te quiero,
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Tubos de catón |
"Sin fondo, así definiría mi corazón y lo que te quiero,
sin fin, así definiría los besos del reencuentro,
sin miedo, así definiría el día que decidas abrir el libro,
que no nos vamos a arrepentir de lo que vivamos al fondo".
Viviendo de tu piel
Era mucho más que un viaje,
mucho más que una visita,
aun más que una breve estancia,
era más, mucho más que todo.
Perdíamos el oxigeno a besos,
la vergüenza en favor de las ganas,
era más que la ropa interior
lo que perdíamos por el suelo.
Perdimos el decoro con las manos,
intuyendo los lunares con los dedos,
acariciando cada camino de la piel,
esos que te llevan a perder la cabeza.
Perdías la ropa interior entre las sábanas,
la vergüenza, el juicio, las ganas de cenar,
la razón, el rumbo, la voz gimiendo,
perdías hasta los orgasmos uno tras otro.
Y ganamos en silencios y palabras,
en ideas desechadas por preconcebidas,
en confianza, paz, comodidad,
al final de toda la noche ganamos.
Las yemas de mis dedos aun recuerdan tu piel,
mis ojos aun recuerdan tu cara y tu cuerpo,
mi boca recuerda el sabor de tus labios,
mi lengua la calidez de tu pecho y tu néctar.
Y quiero tenerte entre mi pecho y tu pared,
entre las sábanas, entre cojines, en el sofá
de espaldas a mi, frente a mi, sobre mi,
todas las preposiciones pero en mi,
que no dejemos ni una esquina de tu casa
sin que conozca como suena el placer de tus gemidos,
y ni un rincón del puto mundo
que no sienta la vibración de tus caderas en el orgasmo.
Y ahora lo que me queda es recuerdo
a la espera de un próximo viaje al centro de ti,
porque mis manos ya están preparadas,
y mis labios añoran a los tuyos de nuevo.
mucho más que una visita,
aun más que una breve estancia,
era más, mucho más que todo.
Perdíamos el oxigeno a besos,
la vergüenza en favor de las ganas,
era más que la ropa interior
lo que perdíamos por el suelo.
Perdimos el decoro con las manos,
intuyendo los lunares con los dedos,
acariciando cada camino de la piel,
esos que te llevan a perder la cabeza.
Perdías la ropa interior entre las sábanas,
la vergüenza, el juicio, las ganas de cenar,
la razón, el rumbo, la voz gimiendo,
perdías hasta los orgasmos uno tras otro.
Y ganamos en silencios y palabras,
en ideas desechadas por preconcebidas,
en confianza, paz, comodidad,
al final de toda la noche ganamos.
Las yemas de mis dedos aun recuerdan tu piel,
mis ojos aun recuerdan tu cara y tu cuerpo,
mi boca recuerda el sabor de tus labios,
mi lengua la calidez de tu pecho y tu néctar.
Y quiero tenerte entre mi pecho y tu pared,
entre las sábanas, entre cojines, en el sofá
de espaldas a mi, frente a mi, sobre mi,
todas las preposiciones pero en mi,
que no dejemos ni una esquina de tu casa
sin que conozca como suena el placer de tus gemidos,
y ni un rincón del puto mundo
que no sienta la vibración de tus caderas en el orgasmo.
Y ahora lo que me queda es recuerdo
a la espera de un próximo viaje al centro de ti,
porque mis manos ya están preparadas,
y mis labios añoran a los tuyos de nuevo.
Hoy sin resistencia
"Hoy no pondré resistencia,
Hoy hablará el corazón sin tapujos".
Te extraño esta mañana,
Hasta un extremo inusitado,
Echo en falta tu voz como siempre,
Tus manos en mi espalda.
Aqui en mi sofá cierro los ojos,
Y noto tu olor, tu tacto, tu piel,
Tú respiración acelerada,
Tus palabras al borde de mi abismo.
Y te veo de nuevo, mirando mis ojos,
Llenandome como cada noche
Que nos vemos y nos respiramos,
Sonriendome frente con frente.
Y que es maravilloso bailar contigo,
Pero más maravillosa es tu sonrisa,
Esa que sale siempre que estas en mis brazos,
Esa que muy pocos ven y me siento único.
Una sonrisa que llena el espacio,
Que para el tiempo en cada décima,
Que golpea el pecho a ese ritmo,
Ese que hace que estemos al unísono,
Que impregna de magia los besos,
Que hacen dulces las palabras,
Esa sonrisa que invita a besarte,
Que calienta mi muro de hielo,
Que me derrite y desprotege,
Tan única, tan increíble, tan preciosa,
Que me la quiero guardar,
Conservarla siempre a mi lado, contigo.
Y son tan fantásticos tus ojos, y tu sonrisa,
Pero es tan fantástico bailar contigo,
El movimiento de tus caderas en mis manos,
El vaivén de las ondas, las olas,
Recuerdos muy vivos en mi,
Pero ya más alejados en el tiempo
El suave roce de mis dedos en tu nuca,
las yemas paseando por tu espalda,
Mis manos posadas en tu cintura.
Y sigues el movimiento de la ondas,
Acompasado mientras me miras.
No sé que sentirás, yo me acelero,
No puedo parar de mirarte como te miro,
No puedo parar de tocarte,
De desear besarte aunque no pueda.
Y asi estoy, oponiéndo resistecia,
Negandome a escribirtelo,
Pero hoy no, hoy congelo el tiempo,
Y desnudo este corazón mío.
Hoy hablará el corazón sin tapujos".
Te extraño esta mañana,
Hasta un extremo inusitado,
Echo en falta tu voz como siempre,
Tus manos en mi espalda.
Aqui en mi sofá cierro los ojos,
Y noto tu olor, tu tacto, tu piel,
Tú respiración acelerada,
Tus palabras al borde de mi abismo.
Y te veo de nuevo, mirando mis ojos,
Llenandome como cada noche
Que nos vemos y nos respiramos,
Sonriendome frente con frente.
Y que es maravilloso bailar contigo,
Pero más maravillosa es tu sonrisa,
Esa que sale siempre que estas en mis brazos,
Esa que muy pocos ven y me siento único.
Una sonrisa que llena el espacio,
Que para el tiempo en cada décima,
Que golpea el pecho a ese ritmo,
Ese que hace que estemos al unísono,
Que impregna de magia los besos,
Que hacen dulces las palabras,
Esa sonrisa que invita a besarte,
Que calienta mi muro de hielo,
Que me derrite y desprotege,
Tan única, tan increíble, tan preciosa,
Que me la quiero guardar,
Conservarla siempre a mi lado, contigo.
Y son tan fantásticos tus ojos, y tu sonrisa,
Pero es tan fantástico bailar contigo,
El movimiento de tus caderas en mis manos,
El vaivén de las ondas, las olas,
Recuerdos muy vivos en mi,
Pero ya más alejados en el tiempo
El suave roce de mis dedos en tu nuca,
las yemas paseando por tu espalda,
Mis manos posadas en tu cintura.
Y sigues el movimiento de la ondas,
Acompasado mientras me miras.
No sé que sentirás, yo me acelero,
No puedo parar de mirarte como te miro,
No puedo parar de tocarte,
De desear besarte aunque no pueda.
Y asi estoy, oponiéndo resistecia,
Negandome a escribirtelo,
Pero hoy no, hoy congelo el tiempo,
Y desnudo este corazón mío.
domingo, 13 de julio de 2014
Conclusiones II
Pienso, en ti, sí, llevo meses, y hago fuerzas,
fuerzas de dentro a fuera para no hablarte,
para no darte la mano y sacarte del mundo,
para no escribirte cada noche mil besos.
Me cuesta mucho y a pesar de ello
he hecho propósito de no hacerlo
aunque esto me duele más de lo que piensas,
pero me mantengo tranquilo en mi iceberg.
Hice resolución de no esperarte y ahí queda, es así,
no esperaré, porque lo merecemos, no es el momento,
quizás mas adelante, quizás nunca, no lo sé,
pero hoy, ahora, no es el momento de juntar nuestros "yo".
Y es que no merecemos estar esperando ni pendientes,
a pesar de haberme dado estos días lo más escondido,
haberme regalado tu "yo" profundo permitiéndome estar,
por hacerme hecho tal demostración de sentimientos.
Ahora sé que me quieres, más de lo que demuestras,
que no hiciste turismo emocional por mi corazón,
que realmente buscas un lugar a mi lado, donde quedarte,
quedarte a vivir lo que sea necesario y arriesgar.
Adoro tu manera de mirarme
tu modo de cogerme la mano,
la manera de besarme, las caricias,
los sueños que provocas al cerrar los ojos.
Pero no te estaré esperando, aunque este ahí,
Me tienes, aunque no me tengas ahí,
voy a seguir viviendo, riendo, bailando y besando,
voy a seguir sonriéndole a mis espejos.
Te quiero, y es cierto, más de lo que pude pensar
pero mis conclusiones nada tienen que ver con lo que siento
tienen que ver con lo que hago, con lo que pienso,
difícilmente puedo sacarte ahora de mi corazón.
Y me tienes aquí para reír bajo la lluvia,
para hablar con las manos desnudas,
para acabar con los litros de cerveza,
para asaltar los puestos de pipas,
arrancar verbalmente las extremidades,
saciar la sed de nuestro deseo,
para hacer treguas donde paremos el tiempo
y dejemos atrás los silencios, y las conclusiones,
abrir espacios donde juntarnos sin más.
Pero no esperar no implica que no desee estar,
se puede estar y no esperar nada,
se puede avanzar en la distancia,
se puede arriesgar sin decir ni una palabra.
Y es que adoro cuando nuestros labios se engazan
después de una larga ausencia,
cuando me dices que no podrías ser mas feliz
y me sonríes con esa delicadeza,
cuando hablamos como siempre hemos hecho
y nos decimos mil veces "te extrañé",
cuando me dices que no te mire así
pero es la única manera que sé de mirarte,
cuando de tu boca salen tras los besos
los te quiero y las palabras,
cuando me abrazas y me llenas,
te acurrucas en mi alma.
No sabemos que pasará mañana,
yo por si acaso sigo asimilando y aprendiendo,
preparándome para el siguiente golpe,
la siguiente caricia, el próximo beso.
En mi batalla
Estoy en este mar embravecido
batallando contra mi mismo,
sacando los cañones y disparando
a mi corazón desde el abismo.
Nadie gana la batalla, ni el corazón ni la razón,
ni la tristeza ni el optimismo,
así que declaremos un empate
dejemos al tiempo decidirlo.
batallando contra mi mismo,
sacando los cañones y disparando
a mi corazón desde el abismo.
Nadie gana la batalla, ni el corazón ni la razón,
ni la tristeza ni el optimismo,
así que declaremos un empate
dejemos al tiempo decidirlo.
viernes, 11 de julio de 2014
Micro-poemas de los cotidiano XVI
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Los pilares de la Tierra-Anillo |
"Muchas veces te he leído, capitulo a capitulo, pero siempre te he dejado a medias,
muy denso para mi, mil veces te he vuelto a empezar y nunca lo consigo,
a veces empiezo del principio, otras donde lo dejé, pero siempre me canso de leerte;
pero algún día estoy seguro que tendré fuerzas de leerte de principio a fin".
"Prisma que desfiguras mis imágenes, inerte, fría, que traslucida
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Copas |
"Prisma que desfiguras mis imágenes, inerte, fría, que traslucida
trasformas el mundo al que miro a través de ti, insensible siempre,
ni palabras, ni susurros, preparada para romperte en un instante,
miedosa de caer y estallar en mil pedazos...y no, no eres tú, cristal marino".
"Esa llama que se enciende en tus caderas y sube hasta mis labios,
![]() |
Fuego |
"Esa llama que se enciende en tus caderas y sube hasta mis labios,
ese fuego interno que nos quema la piel, el deseo, las manos,
y se refleja en los ojos, las miradas, las caricias, las vueltas y las ondas,
ese que quiero sentir en tus brazos y que me queme, me deshiele".
Micro-poemas de lo cotidiano XV
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Pintura |
sacar imágenes inconclusas que sólo nacen de los sueños,
intentar desarrollar una idea, desechar todo lo que nos rodeaba,
en el fondo eso fue lo que pasó en lo que duró lo que me quisiste".
"En ti envejecieron los vinos de La Mancha, diste cuerpo y recipiente,
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Cono |
"En ti envejecieron los vinos de La Mancha, diste cuerpo y recipiente,
en ti hubo madre y flor, en ti hubo trasformaciones hermosas,
de ti salieron versos que se bebían a sorbos cortos y llamas,
de ti nació los mas bellos recuerdos de los que se aman,
y ahora, con el tiempo, sólo quedaste para guardar el agua".
"Inseparable amiga,, compañera, tus seis cabellos dorados, tu voz,
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Guitarra |
"Inseparable amiga,, compañera, tus seis cabellos dorados, tu voz,
mis caricias sobre ti como se las doy a una mujer, mis dedos susurrantes,
sobre tu piel, sobre tus cabellos, sobre tus curvas para sacarte gemidos,
para hacer de nuestro placer juntos una canción que no será eterna,
pero será nuestra".
jueves, 10 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XIV
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Cartas |
"Cartas ajadas por el tiempo que mantienen su aroma a cariño, a distancia, a recuerdo,
empañadas por el tiempo, llenas de sentimientos y deseos años ya olvidados,
secas de lagrimas, y amarguras, cenizas retrasadas, sólo queda en ellas felicidad,
añoranza de cuando traías cartas y con avidez las abrías y devorabas,
sacar
de
ellas
la
vibración,
estremecer,
hacer poesía del aire,
así hacen mis dedos
de
tu
cuerpo,
música
e
instrumento".
sin tiempo estimado de salida ni de llegada, sin escalas, darte la vuelta,
cerrando los ojos trastocar tu mundo en cada giro, en cada ola, en cada viento,
cerrando los ojos, boca con boca, sólo mis alas y mi cuerpo contra el tuyo".
miércoles, 9 de julio de 2014
Micro-poemas de lo cotidiano XIII
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Tuercas y arandelas |
"Estoy un poco loco, me faltan muchos tornillos, porque hay que estar loco,
loco para quererte, para no olvidarte, loco para bailarte como te bailo,
porque estar cuerdo de poco sirve, es muy aburrido y previsible,
mejor prefiero la locura de estar loco por enroscarme en tus tuercas".
por un mal golpe de una mala mujer, por haber acumulado polvo en mis cajas,
recuerdos que borraré en breve imaginando nuevas pinturas sobre vosotros,
ya no os regalaré, os trasformare en la futura decoración de mi nuevo hogar".
miles de ellas, todas distintas, que apenas cuatro de ellas se pueden unir a ti,
y en el juego de juntarnos a veces aparece esa pieza que nos complementa,
y da forma y dibujo mas allá de nosotros, y llena de colores la mesa del puzzle,
esa pieza que por fin, y después de mucho probar hace que la vida encaje a la perfección".
martes, 8 de julio de 2014
Conclusiones
Tengo tanto que decirte ahora
y tan poco espacio para ello,
como me gustaría decírtelo a la cara,
pero no hay cara, ni palabras, ni nada
todo lo que te implique lleva asociado
las palabras "tabú" y "silencio".
Estoy cansado de luchar por algo
que parece que a ti no te importa,
y no estoy cansado porque no merezcas la pena,
sino porque me veo solo en la lucha.
Sé que te quiero, pero no sé por qué,
que mereces la pena, pero sin razones,
que luchar por ti es lo mas lógico,
que no rendirme es lo que me pide el cuerpo.
Todos me piden que hable contigo,
que me atreva y te dirija la palabra,
pero sé que contigo eso no vale para nada,
sé que es tan inútil como sembrar en tierra árida.
Tiro la toalla, ya la tenia casi en la lona,
y la tiro, no porque no te quiera, que te quiero,
sino porque no veo avances, ni lucha de tu parte,
y quedamos en que lucharíamos codo con codo
si las cosas se torcían y había que arreglarlas.
Me rindo porque no me merezco esto,
no merezco tus desprecios, tus silencios,
no merezco desplantes, ni malos modos,
ni los celos, ni esa vigilancia a la que me veo sometido,
merezco estar contigo en las buenas
pero también en las malas, en las rabietas,
en los agobios, en las risas, en la ternura,
no merezco no poder hablarte, ni besarte,
valgo mucho más que todo eso,
y no voy a convertirme en tu perro faldero,
ni en tu chacha, ni en tu esclavo,
ni en el que te da la razón en todo,
ni en tu proporcionador de objetos,
no me vas a dominar, no así,
porque no me merezco serlo,
valgo mucho más que eso.
Lo dejo porque aunque tu mereces la pena,
lo que me estás haciendo no lo merece,
era feliz antes de conocerte y lo seguiré siendo
porque todo el tiempo lo cura, esto también.
A penas hemos pasado justos un suspiro en la vida,
eso sí, el mejor suspiro de toda ella,
y aunque quisiera más suspiros contigo,
tú no pareces querer más momentos.
Ahora te toca a ti dar el paso, si algo hay,
te toca luchar y demostrar que valgo la pena,
que esto no ha sido un juego ni un capricho,
que no te has dedicado al turismo emocional
que vienes, trastocas mi vida y te marchas.
Me deja mal sabor de boca todo esto
porque pensaba pelear hasta el final,
pero estoy cansado, demasiadas cosas,
demasiados reveses en mi vida,
demasiadas repeticiones de las mismas situaciones
y uno tiene también sus miedos,
sus muros y sus inseguridades,
sus corazas, sus defensas, sus ideas,
sus agobios, sus crisis, sus días malos
no se puede ser permanentemente una sonrisa
y menos para agradar a nadie con ella.
Pero estás en mi corazón, siempre estarás,
por los gestos que has tenido conmigo,
esos gestos en momentos tan duros,
esos no se olvidan nunca, pase lo que pase.
Me quedo con los buenos momentos,
con los besos, las miradas, las caricias,
las palabras, las risas y las sonrisas,
los silencios, los suspiros, los gemidos,
los bailes, las canciones, los cd´s,
las manos entrelazadas, el rubor,
el calor en invierno que derrite el hielo
y el frío en verano que hace que nieve,
esa sensación agradable al verte,
esa sonrisa de tonto mirando la pantalla,
las horas de conversación y no querer cerrar,
el echo de saber que estabas al otro lado.
Y es que esa mirada no se puede olvidar nunca,
es fantástico bailar contigo, pero más cuando me miras,
es verme en ellos y morir rendido al mar,
es sentirlos en mis ojos y no poder articular palabra,
perder la noción del lugar, del tiempo, de la gente,
se me saltan las mil taquicardias que te guardo,
los suspiros, esa mirada lo provoca todo
cuando te siento cerca, apenas a centímetros,
esa mirada que dice, "bésame, bobo"
que dice, "no quiero estar en otro sitio ni con otra persona",
esa que dice, " dame muerte o dame vida
dame fin a este misterio".
Seguiremos viéndonos, y bailando si quieres,
seguiremos mirándonos y haciendo ondas,
seguiremos disfrutando cañas, riendo,
seguiremos vivos pero sin mundos unidos,
seguiremos riéndonos de los chistes,
seguiremos comentando las series,
seguiremos cotilleando de los demás,
seguiremos ignorando que nos deseamos
sólo por no molestarnos más.
Mi puerta la cierro, sólo dejo una rendija,
lo justo para que alguien pueda meter un dedo
y volver a abrirla de par en par,
y que pueda entrar allá donde yo esté.
Eso si, la puerta de mi cuarto
siempre estará abierta por si regresas,
no sea que dé esa remota casualidad
y no me veas allí esperándote.
Esto no es un adiós, es un hasta pronto,
un nos vemos en el camino, un espero que luches,
un te echo de menos con matices,
un quiero tu mano en mi mano sin cadenas,
un cuerpo a cuerpo sin corazas,
una sonrisa sin esposas ni promesas,
una mirada sin velos, ni juegos de luces,
un aliento en el cuello sin esperanza
de quitarnos la ropa a toda prisa,
un "ya no estaré aquí" pero sí
un " te espero en el camino, si vienes,
si sigues caminando, aunque sea despacio".
y tan poco espacio para ello,
como me gustaría decírtelo a la cara,
pero no hay cara, ni palabras, ni nada
todo lo que te implique lleva asociado
las palabras "tabú" y "silencio".
Estoy cansado de luchar por algo
que parece que a ti no te importa,
y no estoy cansado porque no merezcas la pena,
sino porque me veo solo en la lucha.
Sé que te quiero, pero no sé por qué,
que mereces la pena, pero sin razones,
que luchar por ti es lo mas lógico,
que no rendirme es lo que me pide el cuerpo.
Todos me piden que hable contigo,
que me atreva y te dirija la palabra,
pero sé que contigo eso no vale para nada,
sé que es tan inútil como sembrar en tierra árida.
Tiro la toalla, ya la tenia casi en la lona,
y la tiro, no porque no te quiera, que te quiero,
sino porque no veo avances, ni lucha de tu parte,
y quedamos en que lucharíamos codo con codo
si las cosas se torcían y había que arreglarlas.
Me rindo porque no me merezco esto,
no merezco tus desprecios, tus silencios,
no merezco desplantes, ni malos modos,
ni los celos, ni esa vigilancia a la que me veo sometido,
merezco estar contigo en las buenas
pero también en las malas, en las rabietas,
en los agobios, en las risas, en la ternura,
no merezco no poder hablarte, ni besarte,
valgo mucho más que todo eso,
y no voy a convertirme en tu perro faldero,
ni en tu chacha, ni en tu esclavo,
ni en el que te da la razón en todo,
ni en tu proporcionador de objetos,
no me vas a dominar, no así,
porque no me merezco serlo,
valgo mucho más que eso.
Lo dejo porque aunque tu mereces la pena,
lo que me estás haciendo no lo merece,
era feliz antes de conocerte y lo seguiré siendo
porque todo el tiempo lo cura, esto también.
A penas hemos pasado justos un suspiro en la vida,
eso sí, el mejor suspiro de toda ella,
y aunque quisiera más suspiros contigo,
tú no pareces querer más momentos.
Ahora te toca a ti dar el paso, si algo hay,
te toca luchar y demostrar que valgo la pena,
que esto no ha sido un juego ni un capricho,
que no te has dedicado al turismo emocional
que vienes, trastocas mi vida y te marchas.
Me deja mal sabor de boca todo esto
porque pensaba pelear hasta el final,
pero estoy cansado, demasiadas cosas,
demasiados reveses en mi vida,
demasiadas repeticiones de las mismas situaciones
y uno tiene también sus miedos,
sus muros y sus inseguridades,
sus corazas, sus defensas, sus ideas,
sus agobios, sus crisis, sus días malos
no se puede ser permanentemente una sonrisa
y menos para agradar a nadie con ella.
Pero estás en mi corazón, siempre estarás,
por los gestos que has tenido conmigo,
esos gestos en momentos tan duros,
esos no se olvidan nunca, pase lo que pase.
Me quedo con los buenos momentos,
con los besos, las miradas, las caricias,
las palabras, las risas y las sonrisas,
los silencios, los suspiros, los gemidos,
los bailes, las canciones, los cd´s,
las manos entrelazadas, el rubor,
el calor en invierno que derrite el hielo
y el frío en verano que hace que nieve,
esa sensación agradable al verte,
esa sonrisa de tonto mirando la pantalla,
las horas de conversación y no querer cerrar,
el echo de saber que estabas al otro lado.
Y es que esa mirada no se puede olvidar nunca,
es fantástico bailar contigo, pero más cuando me miras,
es verme en ellos y morir rendido al mar,
es sentirlos en mis ojos y no poder articular palabra,
perder la noción del lugar, del tiempo, de la gente,
se me saltan las mil taquicardias que te guardo,
los suspiros, esa mirada lo provoca todo
cuando te siento cerca, apenas a centímetros,
esa mirada que dice, "bésame, bobo"
que dice, "no quiero estar en otro sitio ni con otra persona",
esa que dice, " dame muerte o dame vida
dame fin a este misterio".
Seguiremos viéndonos, y bailando si quieres,
seguiremos mirándonos y haciendo ondas,
seguiremos disfrutando cañas, riendo,
seguiremos vivos pero sin mundos unidos,
seguiremos riéndonos de los chistes,
seguiremos comentando las series,
seguiremos cotilleando de los demás,
seguiremos ignorando que nos deseamos
sólo por no molestarnos más.
Mi puerta la cierro, sólo dejo una rendija,
lo justo para que alguien pueda meter un dedo
y volver a abrirla de par en par,
y que pueda entrar allá donde yo esté.
Eso si, la puerta de mi cuarto
siempre estará abierta por si regresas,
no sea que dé esa remota casualidad
y no me veas allí esperándote.
Esto no es un adiós, es un hasta pronto,
un nos vemos en el camino, un espero que luches,
un te echo de menos con matices,
un quiero tu mano en mi mano sin cadenas,
un cuerpo a cuerpo sin corazas,
una sonrisa sin esposas ni promesas,
una mirada sin velos, ni juegos de luces,
un aliento en el cuello sin esperanza
de quitarnos la ropa a toda prisa,
un "ya no estaré aquí" pero sí
un " te espero en el camino, si vienes,
si sigues caminando, aunque sea despacio".
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