viernes, 4 de septiembre de 2020

Micro-poemas de lo cotidiano XXIV


La luz a mi ventana, déjame que terminarte,
déjame acabar de recorrer los pliegues de su piel
con mis labios, esta tarde, esta ultima tarde,
porque esta noche ya jamás volveré a su lado.


Las historias verdaderas de amor nunca se acaban,
pues a mi aun no me llegó mi verdadera historia de amor,
nunca he cerrado ninguna, las tengo aun abiertas,
pero jamás ninguna volvió a entrar por mi puerta.


Así me encuentro en esta noche, desconchado por viejo,
por descuidado, ya porque nadie, nadie reparó en mi cuidado
quizás solo un beso hubiera quitado las canas, los miedos,
los años en mi pared, los finales infelices, los amantes imposibles.

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