viernes, 4 de septiembre de 2020

Micro-poemas de lo cotidiano XXIII


Alturas, distancias infinitas a tus alas de plata,
imposible recorrerlo sin tus vuelos, sin el aliento
ese que me dabas, sin la risa mezclada con silencio,
sin tu aire en mi cuello, sin mis manos en tu espalda.


Hoy no pienso en detenerme, nunca, hasta tu alma,
voy a avanzar hasta tu espalda, a besarla sin compasión,
siempre sin dejar atrás nada, y aunque vuelva a perder
y a tener que empezar de cero, merecerá la espera
no rendirse, no dejar de jamás de buscar tus alas.


Senderos del norte, plagados de hojas al otoño,
con sus frutos, con tus nombres mil al viento
allá donde nadie los puede oír, al monte de Galicia,
al cielo donde nadie habita, nadie escucha, nadie reprocha.

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