He saltado mis altos muros
para poder acercarme,
y he derribado otros tantos para llegar aquí.
Muy pocos dentro de tu laberinto
dieron con ese camino
que llevaba hasta ti.
Un destello y luego todo se apago,
pero esta vez no comencé a temblar
porque ahora tengo luz propia
y ya no me da miedo la oscuridad.
He visto muchos fantasmas
en todos los recovecos
que se ocultaban miedosos al verme pasar.
He escuchado a veces tantos silencios
que retumbaban tus miedos
solo al oírte respirar.
Mil palabras y luego quedé sin voz
pero esta vez no comencé a temblar
porque ahora tengo luz propia
y ya no me da miedo la oscuridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario