domingo, 17 de agosto de 2014

Miradas

Es increíble lo que me sigue haciendo tu mirada,
Tan único, tan ineludible, tan mágico como la primera,
Tan irracional, tan deseoso, tan inexplicable, tan mágico,
Tan por sorpresa, tan único, tan irrepetible, tan tierno.

La primera vez que te vi, ya esa mirada me llegó,
Me prendó al instante, nunca más me quería  separar
Y aún así me separé de ella, por darle su espacio,
Por dejarla libre de nuevo y saber si volvería.

Y es que es tan única tu mirada, tan inimitable,
que llena cada cavidad de mi piel y mi alma en la distancia,
Que acelera cada célula del corazón impregnada de ti,
Que desaloja mis tristezas y miedos, que derriba muros.

Es esa mirada y no otra la que quiero para siempre,
La que me provoca mil taquicardias consecutivas,
La que desempolva versos, sonrisas y besos no dados,
La mirada cristalina, chispeante, el espejo donde me miro.

Eres mi cielo, mi sol y mis estrellas, y esos ojos mi guía,
Esa mirada es el terremoto que me sacude al despertar,
El huracán que nos arrasa cuando bailamos pegados,
Esa mirada que a veces me acojona de lo profundo que sonríe.

Intenté escapar de ella varias veces en estos meses,
Pero siempre está perenne en mi cabeza, en mi piel,
Y a tu mirada le siguieron conversaciones, risas,
Orgasmos múltiples, abrazos, silencios cómodos.

Hoy y ahora echo de menos esa mirada tan increíble,
Esa que me ha provocado que este enamorado de ti,
Hasta los huesos, hasta el alma, que ha arrasado conmigo,
Atropellándome de nuevo como nadie hizo nunca.

Esa mirada será mi mundo, no quiero nada más,
Serás mi cielo, mi bendita luz en el camino,
Yo prometo ser la estrella que te guíe sin miedo,
 Déjate llevar, mi cielo, mi vida, tu mirada es mi mundo.


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