lunes, 18 de agosto de 2014

Lo que me das

Llevo tantos días pensando en ti,
sacándote a colación neurona a neurona,
mirando las fotos que tengo tuyas, pocas,
menos aún en las que estemos juntos.

Porque en tan poco tiempo me has dado tanto,
invadiendo mis espacios mas ocultos y mis miedos,
asaltando a amor armado mis cajas de seguridad,
desmontándome como se desmonta un mueble.

Y ha sido ese amor que irradias, esa mirada mimosa,
esos abrazos de oso, ese cielo de tu sonrisa de mariposa,
ese estar enamorada por cada esquina de tu casa,
ese clavarme los clavos al corazón a base de besos.

Ese hacerme una caricia en la espalda mientras duermo,
ese subirte sobre mi para besarme, ondearme,
mirarme desde la altura, excitarme a cada gota de sudor,
arrancarme de mi mismo para ser nosotros otra vez.

Cuánto soñé esto en mis noches mas oscuras de invierno,
cuánto lo desee y no llegaba, tu guardabas silencio,
pero volviste y fuiste mi tsunami particular, me empapaste,
me limpiaste el alma de nuevo para empezar de cero.

Y ahora, en Agosto, desde mi cama te pienso otra vez,
has vuelto a mi vida de la manera más insospechada,
para definitivamente quedarte a mi lado como siempre quise,
como llevo meses deseando que te quedes, a mi vera,
al calor de mis abrazos y al frío de mis besos de hielo,
al iceberg de mis palabras y a la llama de mis miradas,
al fin has vuelto, de una manera rara, y no te dejaré volar,
no otra vez, te quiero cerca, aunque sea en la distancia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario