martes, 12 de agosto de 2014

Limites

Ha llegado la hora de poner los limites,
de pararte los pies y dejar de jugar,
de detener tu intento de dominar la situación,
de saltar de este tren en marcha antes de descarrilar.

Ha llegado esa hora, ese limite, ese momento,
que estés con otro es ese limite y no seguiré el juego,
eso destroza cualquier esperanza de tenerte,
eso me libera a perseguir mis anhelos, mi felicidad.

Ha llegado el momento, el final de la sequía,
el quererte sin quererte, el añorarse sin tenernos,
el quebrar las promesas hechas antaño,
entre sueños embriagados de tus besos.

He de poner los limites de lo que creo injusto,
limites marcados hace tiempo en tu cabeza,
esos limites que dijimos nunca ponernos,
esos que tanto me duelen porque te quiero.

He de zanjar, trazar las lineas que nos mantengan
en ese estado de suspensión hipnótica,
esa hibernación, ese status quo de recuerdos felices,
ese vivir sin vivirte, estar sin estar, mirarte sin mirarnos.

Acaparar las hojas que caerán en unos meses
para hacerme mi cama de invierno, mi refugio,
concertar con el tiempo una tregua sin limites,
despedirme de tus besos de fresa, el sabor de ti.

Sólo limitándote, parándote, imponiéndome
puedo zanjar la situación y dejarte la libertad,
esa que que necesitas para ser feliz y enamorarte,
esa que no nos supimos dar cuando estábamos a tiempo.

Algún día espero que rompas tus barreras y limites,
que sepas valorar lo que has perdido en el orgullo,
que abras las puertas, derribes los muros que te aprisionan,
que descartes toda mala intención en quien te ama.

Ahora, hoy, relájate, junto al mar, lo mereces,
necesitas esa calma, no pienses más en ello,
tu felicidad no depende de nadie, recuerda,
sólo de ti, de tus sentimientos y de tus decisiones.


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