Algo ha cambiado en nosotros

Algo ha cambiado en nosotros dos,
con el tiempo, con los meses,
algo que no sabemos explicar
pero que sentimos al bailarnos.

Algo a vuelto a nacer, a pesar de todo,
a pesar de los agobios, a pesar del silencio,
tú lo llamas destino, yo lo llamo querernos,
nos ha llevado a fundirnos de nuevo.

Algo ha cambiado en nosotros,
tu eres más libre, más espontanea,
yo más seguro, más desapegado,
ambos nos hemos besado en la mirada.

Algo ha cambiado entre tú y yo,
que nos ha llevado a enzarzarnos
otra vez entre unas sabanas
como nunca antes habíamos hecho.

Tú me dices que estas enamorada,
yo te había pedido tiempo para desenredarme,
y aun así no he dejado de quererte,
por eso no todo ha cambiado.

Pero si cambió tu manera de mirar,
tu manera de besar, tu manera de moverte,
tus ojos al mirarme, tu sonrisa,
tu forma de hablarme y besarme,
tus caricias han cambiado,
tu forma de encontrarme en lo oscuro,
tu manera de seguirme en silencio,
tus palabras, tus gestos,
has dejado la vergüenza en el trastero,
desenredando la madeja de tus sentimientos,
abandonado ese no querer estar
por ese hagámoslo ya, mi estrella.

Y es por eso que llevas tiempo ganándome,
ganándote de nuevo lo perdido,
pero aún queda mucho, escollos,
esos salientes que no me dejan avanzarte,
esas espinas clavadas en los últimos estertores,
esas de una relación sin futuro, sin sueños,
esas que me decían: vete, huye, sé feliz.

Pero hoy soy feliz pensándote, hablándote,
recibiendo cada mañana un buenos días,
cada noche un felices sueños,
porque algo ha cambiado en nosotros,
algo en lo más profundo ha cambiado
y vuelvo a sentirme seguro de mi,
a quererte como hacia unos meses que no quería,
a sentirte más cerca de lo que nunca estuvimos,
a añorarte, extrañarte, desearte,
desnudarte con mis pensamientos,
abrazarte con mi mirada y mi sonrisa,
y tu lo recibes como un regalo,
no te agobian esta vez las atenciones.

Hoy soñaré en que estos cambios sean permanentes,
será el único modo de seguir avanzando,
porque no pienso volver al pasado
ni para coger impulso, ni para reprocharte,
has venido y en 3 días me has arrasado
otra vez con esos ojos azules profundos,
me has hecho sudar felicidad por la piel,
nos hemos estado preparando para estar,
para modificar lo que no estaba bien.

Ahora me tengo que poner a la par tuya,
avanzar juntos, paso a paso el camino,
dejar la encrucijada donde nos unió la vida,
y continuar, a donde sea, sin un destino,
tenemos una referencia, la estrella polar,
y una meta, llevarnos al cielo estrellado.