sin contar los ruidos y las luces, solo a besos,
quieres el silencio cómplice que te grita a pleno pulmón
que no te preocupes, que esta ahí clavado a tu lado.
Quieres que no se vaya nunca de tu lado,
aunque este a cientos de kilómetros de donde tu sueñas,
y te gustaría que vistiera tus sabanas esa noche,
y te desvistiera con la suavidad de quien mira estrellas.
Quisieras alguien que te abrace con tanta fuerza,
que pareciera que tienes los huesos de cristal y podrías partirte,
pero nunca pasa, porque te estas haciendo mas fuerte en esa piel,
que estas ganando una batalla que ya creías perdida.
Quieres que remuevan tu mundo con un beso a la deriva
que te haga perder la cabeza por horas y días eternos,
y a la vez te haga sentir que estas en la tierra,
que estas justo en el lugar en el que quieres estar.
Quieres quien te baile como si no hubiera nadie alrededor,
quien sepa llevarte con la música, con la vida,
quien no se achante con un mal paso y sepa corregirlo,
quien de alas a la libertad que sientes al temblar las rodillas.
Quieres a alguien que te da la seguridad que a ti te falta,
que te haga la cena más deliciosa cuando hay desgana,
que se levante a cambiar la tele cuando las pilas del mando se acaban,
y que recoja el salón sin que tu se lo pidas por la mañana.
Quieres a quien sin pedirle un libro sabe que es el de Mario,
a quien se recorrería cada tienda de Madrid, buscando esos zapatos,
a quien no se conformaría con cumplir el expediente cualquier día,
y sacaría de una chistera horas de charlas, de bailes, de risas y magia.
Quieres quien no tenga excusas para ir a verte, que no tenga excusas para nada,
quien desnude su alma de tal manera que le veas sus intenciones
quien no se oculte tras una fachada irreal de su propia vida, llena de mentira,
ese que sabe que no puede ganar si no va desnudo en este juego.
Quieres a aquel que estando destrozado saca tiempo para tu destrozo,
sin importar cuantos pedazos ya tenga él por dentro,
que su prioridad sea anteponer su tiempo contigo a otros tiempos,
quien no le importe pasar la noche en vela cuidando tus sueños.
Quieres quien te de mil noches de luz, mil lunas, mil estrellas,
que sea tu sol, aunque las nubes estén acechando para tragarte,
quieres quien pueda disiparlas con dos palabras de su boca,
una canción, un mensaje, una foto, un "te quiero".
Quieres quien te rompa las corazas inesperadamente sin usar las manos
y a la vez quieres que use las manos donde quiera de ti, y llevarte al orgasmo,
quien ante la ansiedad de tenerte sepa guardar la calma de empotrarte,
y tardar en desnudarte horas con las manos y la mirada.
Quieres quien te sorprenda con algo que dijiste hace meses
y que nadie atendió en la mesa de aquella terraza,
quien te baile sin vergüenza, en solitario una bachata aunque no sepa,
mientras le desnudas con la risa y la mirada, ante su vulnerabilidad.
Quieres quien llore contigo mientras te seca las lágrimas,
quien te apoye en su pecho mientras escucha tus horas del día,
quien escriba en una servilleta la frase que hoy te hacia falta,
mientras tomáis un cerveza rápida u os cruzáis adrede en la cafetería.
Quien te de espacio, y aun así siempre lo tengas a la vista,
quien no este pendiente de ti y a pesar de ello sepas que si gritas
estará en unas décimas de segundo dispuesto con todas sus armas,
quien a pesar de poder huir, se queda para reparar los destrozos.
Quieres quien te rompa el sueño un domingo por la mañana
con el olor a unos churros y un café recién hecho,
quien sepa moverse sin despertarte y dejarte una nota deseándote buenos días
y diciéndote cuan imbécil es tu compañera de trabajo a la que odias.
Quieres alguien que destroce tu mundo y no se vaya,
que te ayude a recomponerlo añadiendo sus piezas donde quedaron huecos,
quien te sane una herida en el dedo o en el alma con una tirita,
quien te de de comer de su postre cuando tu no pediste el tuyo.
Quien se ofrezca a hacerte una mudanza sin pedirte nada a cambio
solo por el hecho de que quiere estar contigo mas tiempo del habitual,
que llegará a su limite, y no parará hasta haber finalizado lo que estaba haciendo,
y después se derrumbará y no te pedirá ayuda por no molestarte.
Quien te diga que esta enfermo y en la cama, que no se puede mover,
y tu desees dejarlo todo y salir corriendo a cuidarle, ese es,
por el que te preocupas más que por tu propia salud,
aunque esté a dos mil kilómetros y solo puedas mandarle palabras.
Quien a pesar de todo, de todos, del momento, la circunstancia, la época,
el lugar, el problema, la alegría, el miedo, el llanto, la distancia,
vuestra distancia, y los años, si le llamas, acudirá sin pensarlo,
aun sabiendo que podría salir mal parado de esa llamada.
Quieres a quien no se vaya aunque le levantes la voz, aunque le llores,
le golpees el pecho con rabia y permanezca hierático, esperando,
quieres a quien te mire con esos ojos en los que no caben duda,
odio, rencor, que siempre te verán maravillosa, los ojos con "la mirada".
Quieres que te quieran, el que sepa darte lo que "quieres" y "te mereces",
ese habrá ganado el cielo que es el estar a tu lado.
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