Son estas mis noches de insomnio,
aquellas en las que tu recuerdo
es la única imagen de mi mente,
estas, en las que cualquier suspiro
no es mas que el recuerdo de tu beso,
delicados besos, y tan extraños ahora.
Es esta una de esas noches
en las que me faltas en la almohada,
de esas que desearía poder contarte
lo que me pasa por el alma,
noche de corazón roto y lagrima fácil,
noche de triste bachata.
Es de esas que ni doblando esquinas
consigo esquivarte, perderte,
ni escribiendo te esfumas
con el humo de esta vela,
de esas que tu olor permanece
en mi recuerdo, en mis sueños.
Y he de sacarte de ahí, no me convienes,
no puedo seguir fingiendo que no me importas
cuando es evidente que te quiero demasiado,
no puedo mantenerte en mi cabeza,
tengo que sacarme este clavo
sin dañar a nadie por el camino, ni a mi.
Ahora solo me queda odiarte de alguna manera,
sacarte del pedestal que te di,
inventarme mil mentiras, mas de las que descubrí,
pero no puedo, no puedo odiarte
a pesar de que romper esto fue mi decisión;
pero lo que se rompe no tiene arreglo.
Déjame, noche de insomnio, otra vez
no me la traigas de nuevo,
demasiadas cosas hay ya en mi cabeza
que no llenan su vació en mi vida,
déjame, te lo ruego por mi vida,
no quiero oscurecer su sonrisa.
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