Nunca lo había pensado
y ahora cada vez que lo pienso
sólo se me hace un nudo en la garganta
que no me deja respirar,
que me ahoga con dos regueros
de lagrimas las mejillas.
Siempre creí que estarías a mi lado
y veo tan cerca que puede que no sea así
que se me arruga el corazón
y se me muere el alma.
Mi apoyo, mi consejo de horas bajas,
quien acunó mi cuna,
quien fue mi medicina,
quien me dio vida y alma.
Quien me columpio en sus brazos
y me curó las heridas de mis caídas,
quien sabia cuando lloraba
y me hacia reír en las desdichas.
Mi ultima pareja de baile
a quien reservo cada canción de mi vida,
a quien siempre he querido sin condición,
porque ella me amó sin ataduras.
Su rostro, sus ojos, su alma
están tan presente en mi,
los veo cada noche desde hace días
y cada noche lloro por ellos.
Quiero, o mas bien deseo
que pronto estés aquí, a nuestro lado
que pronto pueda oír tu voz
al otro lado de la puerta de mi cuarto.
Es por ello que desde hace días
vuelvo a rezar con fuerzas,
vuelvo a encender un vela cada noche,
vuelvo a llorar con palabras ahogadas.
Eres el alma, la sangre y el cuerpo
de esta casa sin ti vacía,
la fuerza que nos da fuerza,
la vida que nos dio la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario