POR ESOS OJOS

Por esos ojos yo suspiro cada noche,
por esos ojos y solo por ellos.
Son el claro cielo donde vuelan cada tarde
mis oscuras golondrinas, mis anhelos,
donde pasean doblando engaños los pensamientos,
donde nacen mis alegrías y mis temores, 
donde duermen mis sueños.

Por esos ojos yo desgajo
cada palabra oculta en el fondo de los recuerdos,
cada jirón en mi corazón herido,
cada pensamiento que no traslado a la boca,
porque mi boca calla lo que mi corazón desea,
y tus ojos impiden que salgan fuera,
que traslade cada tarde a tus oídos que te amo.

Y es por esos ojos claros como el mar
que yo estoy perdiendo la cordura,
porque no los tengo cada noche,
porque los deseo y no los veo,
por que acompañan al resto de tu cuerpo,
porque son sinceros cuando la pasión nos arrebata,
porque son el espejo donde me quiero mirar.

Y también por esos labios,
que me endulzan cada mañana que contigo me levanto,
y me dan a tomar la medicina que me hace soportar
todo el tiempo que no estoy contigo, 
los dulces labios que hacen que me duerma
cuando el sueño no viene de visita
y con los que sueño cada noche en la lejanía.

Y es también por ese cuerpo que me enloquece
cada vez que se mueve en el paseo,
cuando salsea, cuando se estremece,
cuando se arrima al mio pierdo el miedo,
tu cuerpo tan suave en mis manos
como el manto de estrellas que nos cubre
cuando al mirarnos sinceros nos besamos.

Pero esos ojos, ¡Ay esos ojos!
son mi alma, el aire por el que sigo respirando,
son mi cielo y mi deseo,
son la calma en días inciertos,
son el bálsamo que apacigua y a la vez el fuego.
Quien pudiera ver cada día esos ojos
cuando me abruma el miedo.