miércoles, 15 de abril de 2009

El gran señor Don Joaquín

Después de tanto tiempo al fin te has ido 
y, en vez de lamentarme, he decidido 
tomármelo con calma. 
De par en par he abierto los balcones, 
he sacudido el polvo a todos los rincones
de mi alma. 

Me he dicho que la vida no es un valle 
de lágrimas... y he salido a la calle 
como un explorador. 
He vuelto a tropezar con el pasado
y he decidido, en el bar de mis pecados,
otra copa de ron. 

Y en otros ojos me olvidé de tu mirada
y en otros labios despisté a la madrugada 
y en otro pelo 
me curé del desconsuelo 
que empapaba mi almohada. 

Y en otros puertos he atracado mi velero 
y en otros cuartos he colgado mi sombrero, 
y una mañana 
comprendí que a veces gana 
el que pierde a una mujer. 

Con el cartel de libre en la solapa 
he vuelto a ser un guapo entre las guapas
chulapas de Madrid, 
sólo me pongo triste cuando alguno, 
en el momento más inoportuno, 
me pregunta por ti.

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