Acabose de dar el golpe final a la estampida
De sentimientos entrecruzados y remotos del pasado
Que sobrevuelan la mente infernal y adormecida
Del hombre sin amor, parado y desconsolado.
Se termino el mítico aquelarre de alcoholes como bebida
Acorrálese el sacerdote en un rincón acompasado
Descubriese el termino metal del alma suicida
Y acampó en el páramo de ceniza ígnea su cayado.
Retomo el vuelo el águila cansada de tanto cielo
Anido de nuevo la golondrina blanca en el tejado
Salto el gato de su alfeizar cálido al frió hielo
Maulló el perro junto al león en el cercado.
Acabose ya sin mas el mundo cuerdo de los locos
Para dejar paso al carnaval de las sombras temerarias
Y cerro las puertas al camino de regreso de los pocos
Que dejaron abierta la ventana para que tu te asomaras.
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